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Alcoholismo

ALCOHOL Y CONDUCCIÓN (1)

Para estar en perfectas condiciones para conducir en el tránsito no se debe tomar ninguna bebida alcohólica. Pero lamentablemente, la experiencia demuestra que esta advertencia no es respetada por el conductor.

El alcohol es factor determinante de accidentes mortales en la mayoría de los países. No es necesario estar en evidente estado de ebriedad, un simple estado alcohólico puede engendrar perturbación y volver peligroso al conductor.

El llamado bebedor social presenta el problema mayor, ya que tiene la idea, equivocada, de que unas copas no deterioran su capacidad en el manejo. Se presenta simplemente «alegre» o eufórico, sobrestima sus facultades encontrándose inclinado a tomar riesgos innecesarios en momentos en que, en realidad, sus reflejos están disminuidos.

Si usted ha bebido, conozca sus propios límites, sepa los hechos y considere los riesgos. No se puede predecir con exactitud el efecto del alcohol. Hay muchos factores que influyen en la rápida absorción del alcohol en la corriente sanguínea:

  • La cantidad de la comida ingerida.
  • El tipo de comida.
  • La concentración alcohólica de la bebida consumida.
  • La tolerancia individual hacia el alcohol (edad, peso, hábito, etc.).
  • El periodo de tiempo durante el cual el alcohol ha sido consumido.

En consecuencia, en muchas personas se producen importantes efectos con débiles tasas de alcoholemia. En líneas generales, se admite que la zona francamente peligrosa comienza con una concentración de alcohol en la sangre de 0,80 grs. de alcohol por litro de sangre. Esta es la tasa máxima de alcoholemia aceptada en la mayoría de los países que fijan el límite legal.

Los factores que inciden, principalmente, en la influencia alcohólica son: el monto de alcohol consumido y la cantidad de tiempo que debe transcurrir para la eliminación de éste. La concentración alcohólica varía según la bebida.

El organismo humano trabaja para transformar el alcohol en alimento o eliminarlo del cuerpo, pero ello sólo es posible en un espacio de tiempo determinado. En el hígado, a una velocidad constante, el alcohol se metaboliza o destruye.

No hay un método instantáneo para que la alcoholización desaparezca. Las duchas frías, los ejercicios, café, aire fresco o cualquier otro método al que usted puede recurrir no logrará ese efecto. Los resultados son un ebrio limpio, un ebrio cansado o un ebrio despierto, pero siempre un ebrio.

Como regla se estima que no se pueden beber más gramos de alcohol que el equivalente a la mitad del peso corporal en kilos. Así, si una persona pesa 80 kg. podrá beber unos 40 gr. de alcohol para no sobrepasar la tasa de 0.80 gr. de alcohol por litro de sangre. Si Usted ha alcanzado una concentración alcohólica en sangre (CAS) mayor, requerirá varias horas para eliminarlo.

En el tránsito diario un conductor debe decidir maniobras o reaccionar ante las maniobras de otros conductores cada 20 segundos. En esas circunstancias es esencial la habilidad para dominar el vehículo, el control emocional, concentración, coordinación y buen juicio para juzgar la velocidad, la distancia y el tiempo. Desde las primeras copas se hace notoria la tendencia a guiar muy rápido, a no guardar la distancia apropiada, etc. El conductor cree que está guiando mejor cuando en realidad lo está haciendo peor.

El alcohol afecta particularmente el control de los músculos que mueven y enfocan nuestros ojos y en consecuencia la visión que se presenta del camino resulta borrosa y confusa. Reduce el control sobre la luz que entra al ojo retardando la reacción ante el encandilamiento.

Puede ocasionar nistagmus, que es una oscilación rápida e incontrolada de los globos oculares produciendo visión doble. En tal caso, la capacidad para juzgar distancias se reduce. El ángulo de visión periférica, normalmente de 180 grados se reduce en relación con la tasa de alcoholemia y a la velocidad. Con 0,50 por mil CAS la reducción del campo visual, aproximadamente, es de 25% a 45 km/h y 50% a 65 km/h., hasta llegar a la «visión de túnel» a 95 km/h.

Desde el instante en que el conductor percibe un peligro hasta que inicia el frenado transcurre un lapso de tiempo durante el cual el vehículo continúa rodando a la misma velocidad. Este tiempo se conoce como «tiempo de reacción». Cuando el conductor se halla alcoholizado el «tiempo de reacción» se prolonga, evidenciándose en lo que se llama «tiempo de latencia». En condiciones normales el «tiempo de reacción» es aproximadamente de 0,75 segundos. Con una alcoholemia de 0,80% de concentración de alcohol en la sangre, puede prolongarse hasta dos segundos. Si el vehículo esta circulando a 80 km/h, la distancia recorrida en el «tiempo de reacción» normal es de 16 m., pero si el conductor está alcoholizado será de 9 m. más, es decir de 25 m. Para lograr la detención total del vehículo: 57 m. en condiciones normales, necesitará 66 m. dado su estado. Esta proporción es mayor cuanto mayor es la velocidad.

Cuando beba:

  • Lo aconsejable es tomar sólo una copa por hora.
  • Coma continuamente, particularmente comidas ricas en proteínas.
  • Evite la mezcla de bebidas alcohólicas, esto acelera y aumenta la CAS.
  • No beba alcohol si ha tomado una medicina.
  • Si va a una fiesta, determine con anterioridad quién conducirá de vuelta a casa.

Si ha bebido:

  • Permita que alguien que no ha bebido conduzca a su hogar.
  • Ordene un taxi.
  • En viajes largos, deténgase y continúe su viaje al día siguiente.

Hay una estrecha relación entre el alcohol y los accidentes de tránsito que comienza antes que el conductor se manifieste intoxicado.

  • A 0,40% CAS, la probabilidad de sufrir un accidente aumenta.
  • A 0,60% CAS, la probabilidad de sufrir un accidente es 2 veces mayor.
  • A 1,00% CAS, la probabilidad de sufrir un accidente es 6 veces mayor.
  • A 1,50% CAS, la probabilidad de sufrir un accidente es 25 veces mayor.

Mientras que la alcoholemia aumenta en relación aritmética, las fallas humanas aumentan en progresión geométrica.

Este problema es de todos, usted también puede salvar vidas. Evite que otros guíen en estado de ebriedad y niéguese a viajar con un conductor alcoholizado. Cuando conduzca manténgase siempre en alerta, las posibilidades de un encuentro con un conductor o peatón ebrio son mucho más altas de lo que usted supone.

En caso de distinguir a un conductor ebrio, aléjese de inmediato, reduciendo la velocidad o adelantándose, si puede hacerlo con seguridad. Si viene de frente, cíñase a la derecha y salga a banquina si es necesario. Notifique sus sospechas al policía más cercano.

Recuerde que el beber en forma moderada también es un factor significante que contribuye a la producción de accidentes de tránsito.

La Ley Nacional de Tránsito en su artículo 39 dispone que: «(...)está prohibido conducir vehículos automotores (...) hallándose en estado de ebriedad o bajo la acción de sustancias estupefacientes (...)».

Según los técnicos en seguridad, debido al efecto acumulativo del alcohol en el nivel sanguíneo, la tradicional frase «una última copa para el camino es la causa de muchas muertes» es más que un dicho.

Proteja su vida. Nunca dude en decir: «No gracias, yo conduzco».

EL CONTROL DE ALCOHOLIMIA

Como prevención y ante casos de intoxicaciones por el consumo de bebidas alcohólicas se realizan en las rutas, y también en los destinos turísticos, lo que se denomina «control de alcoholemia».

Los conductores deben soplar dentro de una pipeta descartable que mide la concentración de alcohol en el aliento mediante un censor electroquímico. El valor máximo tolerado es 0,52 gramos de alcohol por litro de sangre (Ley 11.768). A los conductores que superan el nivel máximo se los inhabilita para manejar durante seis (6) meses y de acuerdo con la Ley Nacional de Tránsito n° 24.449 se establece que serán penados con 30 o 60 días de cárcel.

Según especialistas en alcoholemia, entre los valores de 0,52 y menos de 1,00 gramos de alcohol por litro de sangre se observa en la persona euforia, desinhibición, confianza en sí mismo hasta los límites de la imprudencia.
Presenta inestabilidad emocional, lentitud en los reflejos, dificultades en la adaptación visual y, en especial, en la oscuridad. También se observan fallas en la coordinación motora. Estos síntomas se acentúan a medida que aumenta el nivel de alcohol en la sangre.

Referencias

1 Campaña de Educación Vial. AUTOMÓVIL CLUB ARGENTINO.

 
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